En el ámbito cristiano, es símbolo de unión entre el cielo y la tierra o la posibilidad de subir al cielo. Jacob (Génesis 28, 11 y sigs.) tuvo un sueño en el que subían y bajaban ángeles celestiales por una escalera, esto es también símbolo de una viva comunicación entre Dios y el hombre. Se describen también otros caminos hasta el cielo como la ascensión de Cristo o del profeta Elías, o en general la subida de un alma pura al cielo.
Siempre está relacionada con conceptos de ascensión y resurrección, es decir, como un instrumento para subir a los cielos, como una forma de ir de un lugar a otro, se trata de un símbolo del cambio de nivel, un ascenso que conduce al cielo y un descenso que lleva al infierno, al ascender por ella se llega a un estado al superior. El hecho de ascender hacia arriba nos lleva a niveles de vibración superiores, frecuencias lumínicas más altas, octavas de conciencia de pura luz.
Para los egipcios, la escalera en sí era un símbolo de buena suerte. Fue una escalera la que permitió al dios Osiris escapar del cautiverio al que le tenía sometido el espíritu de la Oscuridad.
Dado que las escaleras siempre representan el símbolo del ascenso o del descenso los tanto los egipcios como otras culturas lo demostraban visiblemente en la construcción de las pirámides, (especialmente en las escalonadas).
Dado que las escaleras siempre representan el símbolo del ascenso o del descenso los tanto los egipcios como otras culturas lo demostraban visiblemente en la construcción de las pirámides, (especialmente en las escalonadas).
También era uno de los signos pictóricos favoritos para ilustrar el ascenso de los dioses, y colocaban en las tumbas de los reyes egipcios escaleras para ayudarles a trepar hacia el cielo.
Un detalle importante es el significativo número de escalones, 7, 12, 72 etc. Al parecer cada peldaño supone precisamente un cambio cualitativo: en los misterios de Mithra la escalera ceremonial tiene siete escalones (el primero es de plomo), cada uno de un metal distinto y que corresponden a los siete cielos planetarios. Pero no es sólo eso... La famosa escalera que se le apareció a Mahoma y por la cual los justos ascendían hasta Dios sería un ejemplo paradigmático de este cambio cualitativo.
Las podemos encontrar también de caracol y en espiral. Estas dos últimas tienen especiales connotaciones psicológicas: la de caracol nos remite al mundo del misterio mientras que la de espiral hace referencia, en última instancia, la movimiento del sol.
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